Sunday, December 29, 2013

Discografía Selecta (Piano Blues): MERCY DEE, el "duende" tejano

MERCY DEE
Troublesome Mind (Arhoolie CD 369)

Have You Ever Been Out In The Country
Five Card Hand
After The Fight
Lady Luck
Betty Jean
One Room COuntry Sack
Mercy's Troubles
Sugar Daddy
Red Light
Walked Down So Many Turnarounds
Call The Asylum
Marcy's Shuffle
troublesome Mind
Shady Lane
Eight Wonder Of The World
I Been A Fool


Uno de los bluesmen más creativos de su generación, el parco legado discográfico de Mercy Dee Walton (1915-1962) es suficiente para hacerse una idea del talento de este tejano que siguió, como tántos otros, la ruta natural de los emigrantes a California sin renegar de su herencia campesina. Por su calidad, tanto lírica como instrumental y vocal, su música invita a la comparación con la de otro gran pianista y cantante, salvando las distancias geográficas (Chicago) y generacionales: Big Maceo Merriweather.

[ Sidney Maiden, KC Douglas y Mercy Dee. -Blues Link magazine ]

Dotado de una voz grave y profunda que sabía modular con maestría, la trayectoria de Mercy Dee recuerda, en efecto, la de Big Maceo: tuvo también una carrera discográfica breve (apenas doce años) y una muerte prematura, firmando asímismo uno de los clásicos más versionados de la historia del Blues: One Room Country Shack. El tema alcanzó repercusión nacional, y proporcionó a Mercy Dee la oportunidad de realizar giras y grabaciones bajo diferentes formatos, incluídas banda de R&B y Jump Blues. Sus mejores discos, sin embargo, le presentan en solitario o bien con el acompañamiento de alguno de sus paisanos, como el armonicista Sidney Maiden o el guitarrista K.C. Douglas.

[ Contraportada del LP original Arhoolie]

Estas grabaciones Prestige/Arhoolie de 1961, con seis temas inéditos, constituyen una de las cumbres del blues down-home de posguerra. Heredero directo de la portentosa tradición pianística tejana (muchos de cuyos pioneros artífices jamás llegaron a realizar grabaciones), Mercy Dee consigue una densidad expresiva comparable a la de Lightnin' Hopkins o Lowell Fulson en sus mejores momentos. El duende tejano: concentrado, sin aditivos, sin trucos. Las partes vocal, instrumental y lírica se compenetran con tal sentido dramático, que no sorprende que en su día fascinaran a músicos como Otis Spann (ese manejo de la dinámica y de los silencios) o Buddy Guy, por citar sólo dos ejemplos claros. Además, los textos de sus blues se desmarcan casi siempre de la habitual remodelación de versos tradicionales, con una poética a la altura de los más dotados letristas del Blues de preguerra (Sleepy John Estes, Peetie Wheatstraw). Un bluesman verdaderamente completo.

[Blues Express #9, Enero 1998]

-Jay Bee Rodríguez


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